Somos una agencia inmobiliaria que va más allá
No somos una inmobiliaria cualquiera: trabajamos con la vivienda, con la arquitectura y con todo aquello que da vida a los espacios.
Nos gusta pensar que somos un pequeño faro para aquellas personas que no conectan con las inmobiliarias de siempre. Para quien busca alguna cosa diferente, hecha con cura y no se conforma con cualquier cosa.
Aquí no hacemos vídeos llamativos ni vamos con prisas. Nos gusta trabajar como las hormigas: en silencio, con respeto, sin prisa pero sin pausa, con mucha atención en los tempos de cada persona. Porque sabemos que vender, comprar o reformar tu casa no es solo una gestión… es una decisión llena de historias y emociones.
Acompañamos procesos con sensibilidad, honestedad y mucha dedicación.
¡Hola! Soy Victòria Martí, creadora y directora de La Caseta Blanca y de su manera de hacer. Soy arquitecta de formación y profesión, colegiada núm. 64917.
Mi vinculación con el sector inmobiliario llegó de forma inesperada: casi al azar, pero desde el primer momento sentí que era un camino natural para mi. Llevo más de 10 años de experiencia en el mundo inmobiliario y en la creación de proyectos de espacios con encanto.
Antes trabajé en despachos de arquitectura y en el sector de la construcción: una etapa que me proporcionó una base sólida para entender la vivienda desde dentro.
Soy una apasionada del mar: me encontrarás navegando, surfeando, haciendo paddle surf, kitesurf o simplemente caminando cerca del agua.
Me siento muy conectada con el slow life y todo aquello que transmite calma y naturalidad: las casitas blancas mediterráneas, los materiales orgánicos, los colores neutros, la luz cálida y las plantas de hojas verdes.
Estaré encantada de escucharte, asessorarte y ayudarte a vender o reformar tu casa con el detalle que se merece.
Hay personas que cuando hablan, todos la escuchan. La Noemí es así: tiene esta calma que invita a poner atención, porque sabe encontrar las palabras justas… y porque primero sabe escuchar.
Interiorista y enóloga: una combinación tan especial como ella. Su gusto por los espacios y por el buen vino comparten el mismo hilo conductor —la sensibilidad, la elegancia y el amor por los detalles.
Además, la danza forma parte de ella. Y no es casualidad: la define a la perfección. Es bella, precisa, delicada y, sobre todo, muy meticulosa.
Siempre está. Siempre dispuesta a ayudar, a buscar soluciones y a acompañarte en procesos que no son fáciles. Por esto, si estás pensando en vender tu casa o reformarla, no podrías estar en mejores manos.
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