Este proyecto da forma a un piso de veraneo para una familia francesa numerosa. El objetivo era crear un espacio funcional, acogedor y luminoso, con soluciones pensadas para optimizar cada metro cuadrado.
La distribución se planteó en torno a dos habitaciones amplias, una de ellas con un baño auxiliar que incluye inodoro y lavabo, ideal para la comodidad del día a día. El gran acierto del proyecto fue ubicar la cocina en una pared del fondo, lo que permitió liberar el espacio central y convertirlo en una sala de estar amplia y acogedora, perfecta para reunirse y disfrutar en familia.
Dada la necesidad de almacenamiento —especialmente en un hogar con tantos miembros—, la cocina se prolonga de forma fluida en forma de armarios a medida que recorren el pasillo hasta las habitaciones y el baño principal. Una solución práctica y estética que mantiene el orden sin renunciar a la armonía visual.
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